El cannabis es una planta dioica, lo que significa que produce plantas macho y hembra. Este detalle hace que se asegure la supervivencia de las distintas variedades de marihuana existentes.
Y es en las plantas macho en las que se produce el polen.
Cuando florecen, lo hacen produciendo sacos de polen, también conocidos como platanitos.
Sí, plantas macho, esas que provocan rechazo y disgusto en muchos cultivadores debido a que pueden fastidiarles la calidad de una cosecha ya que el polen contiene gametos masculinos que son capaces de polinizar las plantas femeninas y llenar los brotes con semillas.
Pero ¿y si te decimos que las plantas macho cuentan con una fantástica serie de cualidades y que es posible sacarles rendimiento?
El polen de cannabis es un polvo fino de color amarillo/ verdoso pálido, esencial para la reproducción de nuestras amadas plantas de marihuana, por lo que no debemos subestimar su importancia para perpetuar un linaje determinado o para realizar cruces con el fin de obtener híbridos.
Como ves, las plantas macho son un elemento imprescindible en la creación de nuevas variedades y genéticas de marihuana, muy apreciadas por los breeders.
Algunos ejemplos son la mítica White Widow o la Gorilla Gelato (cruce de Gorilla Glue y Auto Gelato).
Es posible recolectar el polen de las propias plantas, aunque la tarea puede volverse complicada si no lo hacemos con cuidado y en las condiciones adecuadas.
Afortunadamente, es posible comprarlo extraído y listo para su uso, como el que venden nuestros amigos de Canna Pollen Bank (el primer banco de polen de cannabis en España).
Como curiosidad, añadir que si clonásemos plantas femeninas durante muchas generaciones, esa endogamia debilitaría la especie. Por eso, es necesaria una polinización que garantice nuevas semillas sanas y fuertes.